Cómo limpiar los suelos SPC correctamente

Los suelos SPC se han convertido en una de las opciones más populares en los hogares modernos gracias a su resistencia, durabilidad y facilidad de mantenimiento. Este tipo de suelo, compuesto por una capa de vinilo sobre un núcleo rígido de piedra y plástico, combina la apariencia de la madera o la cerámica con la practicidad de un material que soporta el uso diario sin deteriorarse con facilidad. Para conservarlo en óptimas condiciones y alargar su vida útil, es fundamental adoptar métodos de limpieza adecuados que no comprometan su estructura ni su acabado.

Limpieza diaria del suelo SPC

El mantenimiento cotidiano del suelo SPC comienza con la limpieza superficial para eliminar polvo, arena o residuos que puedan rayar la superficie. La herramienta más recomendable para esta tarea es la escoba de cerdas suaves o un aspirador diseñado para suelos duros. Es importante evitar cepillos con cerdas duras que puedan arañar el vinilo o la capa protectora del suelo. Pasar la aspiradora de forma regular no solo mantiene el suelo limpio, sino que también reduce la acumulación de partículas que podrían dañar la superficie con el tiempo.

El uso de un paño seco o una mopa microfibra también resulta eficaz para recoger el polvo diario sin necesidad de productos químicos. Estas herramientas permiten un mantenimiento rápido y seguro, ideal para quienes buscan conservar la estética del suelo sin invertir demasiado tiempo.

Limpieza profunda y mantenimiento semanal

Para una limpieza más completa, se recomienda realizar un proceso semanal que implique el uso de agua tibia y un detergente neutro. Mezclar el detergente con agua crea una solución efectiva que elimina suciedad adherida sin afectar el material. La aplicación debe hacerse con una mopa humedecida, evitando que el exceso de agua permanezca sobre el suelo, ya que la acumulación de humedad podría penetrar en las juntas y afectar la estructura del SPC.

Es importante escurrir bien la mopa y trabajar por secciones, asegurándose de que cada área se seque rápidamente. El secado puede acelerarse utilizando un paño seco o una mopa de microfibra limpia. Este procedimiento ayuda a mantener el brillo natural del suelo y a prevenir manchas o marcas de agua que pueden ser difíciles de eliminar si se dejan secar sin atención.

Eliminación de manchas difíciles

Los suelos SPC son resistentes, pero pueden presentar manchas difíciles provocadas por tintas, grasas o alimentos. Para tratarlas, se recomienda emplear productos específicos para vinilo o soluciones caseras suaves, como una mezcla de agua y vinagre en partes iguales. La aplicación debe hacerse con un paño suave frotando con movimientos circulares hasta que la mancha desaparezca.

En ningún caso se deben usar estropajos metálicos, lejía concentrada o productos abrasivos, ya que estos pueden deteriorar la capa superior del suelo y reducir su durabilidad. La prevención es clave: limpiar las manchas apenas aparezcan facilita la conservación del color y la textura original del SPC.

Cuidado de las juntas y bordes

Un aspecto a menudo descuidado en la limpieza del suelo SPC son las juntas entre las lamas. Estas áreas tienden a acumular polvo y suciedad que, con el tiempo, pueden volverse difíciles de eliminar. Para mantenerlas en buen estado, se recomienda pasar un cepillo de cerdas suaves entre las juntas y aspirar los residuos sueltos. Si se detecta suciedad persistente, se puede usar un paño ligeramente humedecido con detergente neutro.

Los bordes del suelo, donde se une con paredes o muebles, también requieren atención especial. El polvo y la suciedad acumulada pueden causar marcas y afectar la estética general del suelo. Mantener estos puntos limpios contribuye a una apariencia uniforme y evita la degradación prematura del material.

Prevención y hábitos de limpieza

La limpieza efectiva del suelo SPC no solo depende de los productos y técnicas que se utilicen, sino también de ciertos hábitos preventivos. Colocar felpudos en entradas y pasillos ayuda a reducir la cantidad de arena y polvo que llega al interior. Evitar arrastrar muebles pesados sin protección es otra medida importante, ya que el roce constante puede generar marcas o rayaduras en la superficie.

El uso de protectores de fieltro en las patas de sillas y mesas es una estrategia sencilla que protege el suelo sin comprometer su diseño. Regularmente, se recomienda revisar y reemplazar estos protectores si presentan desgaste, asegurando que continúen cumpliendo su función de prevención.

Productos recomendados y precauciones

Al seleccionar productos de limpieza, es preferible optar por detergentes neutros, agua tibia y soluciones suaves especialmente formuladas para suelos vinílicos. Evitar ceras, abrillantadores o productos agresivos garantiza que la superficie no se vuelva resbaladiza ni pierda su acabado original.

Si el suelo SPC está recién instalado, es aconsejable seguir las recomendaciones del fabricante sobre el tiempo de espera antes de realizar limpiezas profundas. Algunas instalaciones requieren un período de adaptación para que el adhesivo o la estructura se asienten correctamente.

Con una limpieza adecuada y hábitos preventivos, los suelos SPC pueden mantener su apariencia y funcionalidad durante muchos años. Su resistencia, combinada con técnicas de cuidado correctas, permite disfrutar de un pavimento que simula la madera o la cerámica sin los inconvenientes de estos materiales tradicionales. Para más información y consejos detallados sobre el mantenimiento de este tipo de suelos, te recomiendo leer la guía de periodicodeibiza.es sobre el cuidado del suelo SPC.