Tipos de ortodoncia y cuál es mejor para ti

La sonrisa es uno de los principales atractivos de cualquier persona, además de contribuir a las buenas relaciones sociales. No obstante, hay quienes tienen dificultad para sonreír, debido a que se sienten inseguros por el aspecto de sus dientes.

Asimismo, cuando tienes problemas con la mordida o dientes que están desplazados de la posición correcta, puede traer inconvenientes para masticar. Tanto en el aspecto estético como correctivo, la ortodoncia es la rama de la odontología que se encarga de corregir estas situaciones.

Hay distintos tipos, según la forma en que se aplica presión sobre los dientes, el tipo de aparatos que se coloca y su movilidad. Si requieres hacerte un tratamiento de ortodoncia, lo recomendable es acudir a un especialista, a fin de decidir el tipo que es mejor para ti.

¿Qué es y cómo funciona la ortodoncia?

Esta rama de la odontología se especializa en diagnosticar, prevenir y corregir cualquier problema asociado a la posición y función de mandíbulas y dientes. Los ortodoncistas son los profesionales encargados de aplicar este tipo de tratamiento.

En la ortodoncia, se trata de aprovechar la capacidad que tienen tanto los huesos como la cavidad bucodental, de poder regenerarse. Para esto, se aplica algún tipo de fuerza, de manera continua, sobre las piezas dentales hasta que alcanzan la posición correcta.

Según el momento en que se aplica el tratamiento y lo que se busca con el mismo, hay dos tipos de ortodoncia:

  • Interceptiva: se trata de una acción preventiva, aplicada en niños entre 4 a 8 años, con el objetivo de actuar sobre alteraciones que se están iniciando. Se trabaja sobre los dientes temporales o dentición mixta, con la finalidad de evitar maloclusiones menores.
  • Correctiva: se aplica cuando se deben corregir problemas de maloclusión, tanto en jóvenes como adultos, con dentición definitiva. Asimismo, es utilizada para mejorar la estética de los dientes y la sonrisa.

Tipos de ortodoncia

Para trabajar en la corrección en la posición de las piezas dentales, así como para mejorar la mordida, se han desarrollado distintas técnicas. Las mismas se diferencian principalmente en el tipo de aparato que se coloca para aplicar fuerza sobre los dientes y su movilidad:

Ortodoncia fija

En este caso, los dispositivos que se colocan en la dentadura para corregir la posición, no pueden moverse sin la intervención del ortodoncista. Es la técnica más utilizada, aunque con mayores problemas estéticos, debido a que los aparatos que se colocan son muy visibles.

Dentro de la ortodoncia fija, los más comunes son los brackets, aparatos que se colocan en la zona vestibular. Tal como leemos en este post de ElProgreso, la duración del tratamiento es variable, según el problema que tenga el paciente y su compromiso con las indicaciones del ortodoncista.

Los brackets han venido evolucionando, utilizándose materiales que son menos visibles, a fin de no afectar la estética de la persona en el proceso:

  • Metálicos: son los más económicos, con una excelente resistencia, pero son los más evidentes. Esto hace que algunos pacientes no se sientan cómodos al usarlos, aunque hay opciones más discretas, como los de color crema.
  • De cerámica: es un material con menor resistencia, pero con una mejor estética, que pueden combinarse con los metálicos. En muchos casos, se opta por poner brackets de cerámica en los dientes frontales y los de metal en los posteriores.
  • De zafiro: un material con una gran resistencia y prácticamente transparente, por lo que pasan bastante inadvertidos.

En la ortodoncia no removible, otro tipo son los llamados brackets linguales, los cuales se colocan en la parte de atrás de los dientes. Por tanto, son invisibles al exterior, no afectando la estética de la sonrisa de quien los usa.

Tanto los brackets vestibulares como los linguales, se encuentran entre los tratamientos de ortodoncia más asequibles para los pacientes. No obstante, suelen demorar más tiempo que otros métodos más modernos, particularmente los de posición lingual.

Ortodoncia removible

Cuando se utiliza este tipo de técnica, la persona puede retirar los aparatos en algunos momentos, ya sea para comer o hacer una mejor higiene bucal.  Los más básicos utilizan desde arcos, resortes o tornillos, para ir desplazando los dientes hasta la posición correcta.

Este tipo de tratamiento es adecuado para algunos casos, tales como la corrección de la mordida o cuando los dientes están levemente apiñados. También ha mostrado utilidad, en caso de pacientes que requieren una expansión maxilar.

No obstante, estos aparatos no tienen la capacidad de generar la suficiente fuerza para que la dentadura tome la posición adecuada. Igualmente, pueden ser utilizados en la ortodoncia preventiva, cuando la dentadura no es permanente.

Ortodoncia invisible

Aunque puede considerarse como una ortodoncia removible, tiene algunas características particulares, que la han vuelto muy popular. Para este tratamiento, se colocan alineadores que son transparentes y resultan casi imperceptibles al abrir la boca.

Se ha visto que con esta técnica, se consiguen resultados bastante precisos en menor tiempo que con la ortodoncia fija. Los alineadores se fabrican a medida para el paciente, por lo que se pueden ajustar con mayor exactitud a los movimientos del mismo.

La misma persona va haciendo el cambio de los alineadores indicados cada 2 semanas aproximadamente, reduciendo las visitas al odontólogo. Entre algunas de las ventajas que presenta la ortodoncia invisible, están:

  • Son bastante higiénicos, debido a que los retiras al momento de comer o hacer la limpieza bucal.
  • Debido a los materiales utilizados y la forma en que se colocan los alineadores, te permite realizar deportes de contacto.
  • No tienden a causar daños por rozaduras o formación de llagas bucales, que son comunes al usar brackets tradicionales.
  • Son muy cómodos de usar y no afectan la estética, por lo que el paciente suele aceptarlos con facilidad.